Todas las personas tenemos hemorroides, pues son tan normales como tener brazos y piernas. Aunque casi todas las personas (médicos incluidos) las considera como “venas”, la realidad es que no son ni venas ni arterias, sino más bien tienen un poco de ambas (les llega sangre arterial oxigenada, sus paredes son delgadas como las venas pero tienen muy poco músculo y no tienen válvulas); por tanto, si son tratadas como “venas” dicho tratamiento está completamente condenado al fracaso. Las hemorroides son como bolsas llenas de sangre que sirven para que el ano cierre herméticamente y así evitar que los gases se salgan solos. Las que se encuentran dentro del ano se llaman “hemorroides internas” y las que se encuentran afuera se llaman “hemorroides externas”.
Cuando las hemorroides se enferman se llama Enfermedad Hemorroidal y puede ser debido a estreñimiento, tomar poca agua, comer pocas frutas y verduras, permanecer mucho tiempo sentado en la taza del baño, el embarazo, la obesidad y hacer poco ejercicio, entre otras causas. La Enfermedad Hemorroidal es debida a 2 motivos: 1) Aparecen conexiones anómalas entre arterias y venas llamados”shunts arterio-venosos” (lo que lleva mas cantidad de sangre arterial de la que la hemorroide puede sacar y por tanto la hace crecer de tamaño) y, 2) Se rompen los ligamentos que las mantienen en su lugar (lo que ocasiona que las hemorroides se caigan y, con el tiempo, se salgan). Es una enfermedad muy frecuente ya que se considera que, al menos, la mitad de las personas del mundo tendrán un episodio de Enfermedad Hemorroidal durante su vida.
Actualmente existen diversos tratamientos para la Enfermedad Hemorroidal y sólo un Coloproctólogo certificado tiene los conocimientos necesarios para su diagnóstico y tratamiento adecuado.
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